Cuando sales mucho por campo con la moto, sufres bastantes caídas, sobre todo cuando te vas "calentando" y te metes cada vez por sitios más complicados.
Lo malo es que esto genera bastantes roturas de intermitentes, manetas, retrovisores, etc.
Pero hay maneras eficaces de mitigar este problema.
Como comentaba, saliendo mucho por campo es fácil sufrir caídas, excepto que solo ruedes por pistas fáciles, e incluso así nunca estás a salvo de algún imprevisto. Puede ser una zanja, unas piedras, o simplemente algún animal que se cruza. Si además disfrutas intentando pasar por sitios complicados, las probabilidades de caer se multiplican.
Afortunadamente suelen ser caídas a poca velocidad que no provocan lesiones, pero si pueden dañar partes de la moto.
Antiguamente, las motos de campo no llevaban elementos que pudieran romperse en una caída, o muy pocos. Pero actualmente, para poder cumplir con la normativa vigente, y circular legalmente por vías públicas, tienen que llevar elementos muy expuestos a los golpes como intermitentes o retrovisores suficientemente grandes como para que resulten útiles en una conducción normal.
Con respecto a los intermitentes, ya encontré una solución que consistía en quitar y guardar los de serie, que son muy caros, y poner unos extremadamente baratos que se pueden sustituir por muy poco dinero cuando se rompan (creo recordar que el juego de cuatro intermitentes andaba por los 5 o 6 euros).
El paso siguiente eran los retrovisores, de los que ya he roto unos cuantos en caídas o golpes con ramas.
Tenemos la suerte de contar con un distribuidor español, Vicma, que dispone de varios modelos de retrovisores articulados y plegables, la mayoría homologados para su uso en la vía pública, lo que garantiza no tener problemas con las autoridades ni al pasar la ITV. De hecho algunos imitan los retrovisores de serie, pero añadiendo la ventaja de ser articulados.
Al ser plegables, permiten que los dejemos recogidos cuando vayamos a pasar por zonas frondosas en las que se puedan enganchar con ramas, y lo que es mejor es que en caso de caída, en lugar de partirse se plegan.
Antes de nuestro último viaje a Marruecos, monté en el lado izquierdo de mi KTM 640E un Vicma modelo E333, que imita la forma de los retrovisores originales que montan muchas KTM, Husqvarnas y otras marcas.
Después de un viaje muy cañero por Marruecos, varias salidas endureras, unos 3.000 kms de pistas, más de una docena de caídas, algunas bastante violentas, el retrovisor ha cumplido su cometido y se ha plegado en cada caída.
En toda esta mala vida, solo ha sufrido unos cuantos arañazos.
Así que en vista de los resultados, he decidido completar la pareja añadiendo el derecho del mismo modelo. Es universal con rosca normal de M10, y sirve para ambos lados, el Vicma E333.
Existe un modelo casi idéntico, y también homologado, pero más redondo y sin la protuberancia, el Vicma E366.
Para los que solo utilicen la moto por campo, y les de igual tener poca visibilidad en los retrovisores, existe otro modelo muy pequeño y ligero, también homologado, aunque da poca visión trasera y vibra un poco más, el Vicma E240.
En fin, desde que llevo estos retrovisores no he vuelto a romper ninguno, y solo me han costado poco más de 25€ la pareja, así que creo que vale la pena.
En un próximo artículo, os comentaré como evitar roturas de manetas, y vosotros? Rompéis muchos retrovisores?
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