RUTA DE MONTAÑA - ALICANTE NORTE I

La provincia de Alicante es famosa en toda Europa por sus playas y lugares de veraneo, ocio y esparcimiento.

Pero lo que también tiene, y es menos conocido, son unas montañas muy llamativas por el norte, y unos paisajes con vegetación mediterránea dignos de ser vistos.

Aquí tenéis una propuesta de ruta por esta zona que esconde algunos pueblos curiosos.

Hace unas semanas, unos amigos nos regalaron un libro interesante, "Las mejores rutas en moto por la península" de Pedro Pardo.

Es un libro en el que vienen buenas ideas de rutas.

Además, el aspecto y la presentación resultan agradables, por lo que se trata de un regalo estupendo para cualquier aficionado a realizar kilómetros en moto.

El único inconveniente es... que ya hemos realizado casi todas las rutas que aparecen en el libro, excepto alguna que se encuentra bastante lejos de casa.

Pero al ojear el libro y ver las rutas sugeridas para Alicante, he recordado que esa zona me la conocía como la palma de mi mano por habérmela recorrido docenas de veces en moto.

Ahora vivo un poco más lejos, y hacía tiempo que no iba, así que era la ocasión perfecta para recordar curvas, paisajes y pueblos.

Esta es la ruta que os sugiero yo, y que podéis empalmar con la ruta costera que ya publiqué, o con otras de la zona de la montaña alicantina de las que os voy a hablar en las próximas semanas.

Saliendo desde Alicante, cogemos la autovía A-70 en dirección a Valencia, y pasado el municipio de El Campello, en la última salida antes de los peajes cogemos dirección Aguas de Busot.

Tras una divertida sucesión de curvas con vistas al mar, llegamos a ese tranquilo pueblo.

Aquí podemos tomar el café matutino en el bar La Taberna, en la calle que cruza el pueblo.

Continuamos el trayecto lleno de curvas hacía el municipio de Relleu. Este tramo está un poco bacheado, así que puede resultar cansado para pilotos de motos "R".

Y al cabo de unas cuantas docenas de curvas alcanzamos Relleu.

Merece la pena darse un buen paseo por este pueblo, que tiene unas calles con bastante pendiente, pero también muchas casas antiguas que han sido totalmente restauradas.

Aún nos quedan muchas curvas por delante para llegar hasta Sella, donde encontraremos un par de restaurantes que tienen terrazas con vistas al cercano Mediterráneo, por si hemos iniciado la ruta con el día bien avanzado.

Para llegar al pueblo tenemos que pasar el puente de tres arcos.

Después de Sella, y en dirección a Alcoleja, vamos a disfrutar de unas curvas muy cerradas cruzando bosque mediterráneo y subiendo en dirección al Aitana, la sierra más alta de la provincia con una cumbre a 1.588 metros que se encuentra a escasa distancia del mar.

Y de esta guisa llegamos al puerto de Tudons.

A la derecha se encuentra el acceso a la cumbre del Aitana, que está cerrado al tráfico ya que se trata de un acceso militar a una base y unas antenas de comunicaciones que se sitúan en la cima.

Por aquí también tenemos el Safari Aitana, por si queremos ver animales salvajes en semilibertad.

Nosotros seguiremos en dirección a Alcoleja, pero también podemos optar por ir hacía Penáguila si deseamos hacer unos pocos kilómetros más y sus correspondientes curvas.

Unos pocos kilómetros más, y unas cuantas curvas de las buenas y con buen asfalto, nos permiten llegar a Alcoleja, otro pueblo de vida relajada, ambiente tranquilo y fuerte olor a pino y carrasca.

Pese a ubicarnos bastante al sur, y pegados al mar Mediterráneo, es frecuente que en época invernal nos encontremos con nieve o hielo, precaución.

En Alcoleja, podemos parar a tomar algo en el Mesón de Malferit. Las últimas veces que hemos estado, la relación calidad-precio era satisfactoria, confío en que siga igual.

Ahora, y pasando Benasau, continuamos en dirección a Alcoy.
Junto a la carretera podremos ver la torre de Penella y unos preciosos paisajes.

Seguimos con curvas y más curvas hasta llegar a Alcoy.

Si no conocéis esta ciudad, os recomiendo que la visitéis. Quedan muchas muestras arquitectónicas de su esplendor económico de finales del siglo 19 y principios del 20, sin hablar de las antiguas fábricas textiles abandonadas.

Alcoy es cuna de las más importantes fiestas de Moros y Cristianos en España, merece la pena verlas.

Si ya conocemos la ciudad, o queremos dejar la visita para otra día, cogemos la autovía en dirección a Alicante, y a los dos o tres kilómetros salimos hacía Jijona.

Siguiendo por esta carretera, la CV-800, ocurren dos cosas, que llegamos al puerto de la Carrasqueta, la carretera más transitada por los moteros de la provincia los fines de semana, incluidos los que van de verde y van en parejas, y que en invierno al pasar este puerto sufriremos un shock térmico, ya que la temperatura subirá varios grados de golpe al dejar la sierra a nuestras espaldas y enfilar hacía el mar.

Bajando la Carrasqueta, y su buena cantidad de curvas, nos bastará con seguir las indicaciones hacía Alicante.

Si así lo deseamos, podremos para en Jijona para visitar sus fábricas de turrones o degustar un excelente helado en verano.

En total unos 140 kms que nos dan para pasar una mañana animada, o un día de turismo en pareja con sus paradas para reponer fuerzas y líquidos.

Cortesía de Google maps